30 de agosto de 2013

floreció mi jazmín, nuevamente





Este verano tuve algunos días de esos en los que no sabemos por qué -o sí-  pero todo parece estar dado vuelta.
Esos días en los que la nostalgia es más fuerte que el deseo de hacer cosas y vivir en el presente, y nos sumergimos en el pasado rodeándonos de recuerdos.
Pero pasa que a veces, sobre todo en esas fechas de reunión como la navidad y fin de año, nos hacen falta esos brazos, esas miradas, ese calor de seres que ya sólo habitan en el alma de la casa y de las cosas, y por supuesto, dentro de las nuestras.
Este verano, por esas causas, y también el calor agobiante, descuidé bastante mis plantas, mi patio estaba triste, y yo también.
Mi jazmín, que tanto había cuidado desde que llegó a casa, estaba seco. Lo miré con culpa, y sentí que tenía que retomar el curso de mi vida, antes que más cosas, además de mi jazmín, se secaran.
En el intento por revivirlo, con esa desesperación que nos da el ver que algo que queremos mucho se nos va, tomé una tijera, y comencé con mucho cuidado a cortar todas las ramas y hojas secas...crujían
Mal augurio, pensé. Pero subida a la escalera, empecé a notar que por arriba, aún habían ramitas verdes. Y la esperanza volvió. Corté todo, todo lo malo, todo lo muerto, y a la vez que iba haciéndolo, pensaba que eso mismo debía cortar de mi vida, eliminar las cosas que ya no debían estar.
Dejé peladito a mi jazmín, y lo regué. Y cada día revisaba la tierra, controlando para volver a regar, para que no volviera a tener sed, para alimentar a mi planta, que era tan hermosa.
Y pasó. A los pocos días, vi como comenzaban a brotar tallitos y hojitas nuevas, y todo el jazmín se llenaba nuevamente de vida.
Y si, volvió la esperanza, como pasa tantas veces que re-descubrimos las cosas verdaderamente importantes de la vida.
Hace unas semanas atrás, se volvió a llenar de pimpollitos rojizos, y hace unos días, floreció mi jazmín, nuevamente :)


pd: debo aclarar que la foto es del año pasado, ya que ando bastante vaga con la fotografía, y no tomé nuevas imágenes. Pero los jazmines y su esencia son los mismos siempre :)


4 comentarios:

  1. Cuando los ánimos no son los mejores, siempre es bueno volver a encauzar las cosas que nos gustan, nos hacen bien y nos transportan a buenos momentos. El simple resultado nos vuelve a llenar de energía.
    Bien hecho, Claudia!
    Me gustan mucho los jazmines y su especial fragancia.
    Un abrazo grande.

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  2. Ha desaparecido todo el mensaje que acabo de escribir para tí. Así es que ahora estoy haciendo la prueba a ver si ya funciona correctamente.

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  3. Te decía que era una alegría comprobar que has vuelto a recuperar a tu Claudia de siempre, a la animosa y dispuesta, la que siempre está pendiente de los demás y no tiene nada de extraño que el jazmín haya vuelto a recuperar sus ganas de vivir y lo más increíble de las plantas es lo poco que necesitan y lo mucho que nos dan.

    Estoy encantada con estas visitas tan frecuentes que nos hacemos, esto nos hacer sentirnos más cerca.

    Un abrazo. Franziska

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  4. Lo que nos cuentas es esperanza pura. Nunca he tenido un Jazmín; pero cuando llegué a vivir a Argentina en la casa de mi compañero, su padre tenía uno y lo cuidaba mucho. Cuando florecía, el siempre me regalaba un ramito para que perfumara mi casa decía; pero yo sufría mucho porque me la pasaba estornudando, me pasa con muchas flores de aroma intenso...pero el gesto era tan romántico y las flores tan lindas que no me atrevía a decírselo y las acomodaba bellamente en mi florero. Él ya no está con nosotros, nosotros tampoco en esa ciudad, pero cuando viajamos y vemos al Jazmín todos, siempre comentamos que entre ellos había mucho amor.
    Creo que se puede establecer ese amor con otras especies, afortunadamente es posible y eso de alguna manera nos hace mejores seres vivos.
    Tus entradas me llenan de energía blanca! Abrazo!

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me encanta leerlos!