2 de febrero de 2014

veinte años no es nada


...que febril la mirada errante en las sombras te busca y te nombra.
Vivir,con el alma aferrada a un dulce recuerdo, que lloro otra vez...




papá y yo en las sierras de Córdoba, hace 45 años


Así dice el tango "Volver", veinte años no es nada, y así parece ser, sentir que hay, a pesar de todo lo bueno vivido en ese tiempo, un hueco doloroso en el alma, que en ese lapso hay una herida en el corazón, es "una herida absurda" que no va a cicatrizar nunca.
Hoy hace 20 años que murió mi papá, a la joven edad de 63 años, el hombre más maravilloso que conocí en mi vida, sencillo, honrado, suave en sus modos, sensible como pocos, apreciado por todos, por su ayuda incondicional...su vida fue el trabajo, constante, casi sin descanso, y su familia.

Creo que lo mejor que puede pasarnos en la vida, es tener buenas raíces, esa base a la que recurrimos siempre que necesitamos razonar o resolver algo, ese ejemplo que permanecerá vivo siempre, y nos ayuda a ser, mejores personas.