28 de septiembre de 2013

la mujer de albahaca

El olor de la albahaca es para mi, uno de los perfumes más hermosos de la naturaleza, y a la vez, olerlo me trae los más hermosos y lejanos recuerdos.
Los fideos con pesto que hacía mi papá con la albahaca que el abuelo plantaba en "el fondo"... el pasar al lado de la maceta y arrancar una hojita para ir oliéndola mientras jugaba  hasta que "se le acababa el olor"...ver las florcitas que crecían hacia arriba, tan pequeñitas y tan lindas...

Hace muy poquito descubrí este poema, de Armando Tejada Gómez, un poeta argentino, y quiero compartirlo, son esos descubrimientos que llenan el alma y traen muy cerquita de ella, a la nostalgia.



La mujer de albahaca

Así se hace el paisaje:
póngale cielo arriba, cielo por dos mitades,
un rebaño de nubes, un árbol solitario;
ponga una raya al medio, pero lejos, muy lejos
y déjeme quedarme soledad por mirarla,
por ver atardecer, porque sí, para nada;
por ver volver las tórtolas simples, crepusculares;
déjeme en esta orilla donde miro hacia adentro
y donde me padece, como un niño, la sangre.
Déjeme ser la greda. Yo me conozco el aire;
entre ser y no ser, me da por ser callada.
Un bulto de silencio donde el viento se queda
demorado, de piedra, detenido un instante.
El siempre deja un poco de polvo compañero,
un arsenal de adioses, un bailarín cansado
a quien, hace mil años, llamamos remolino
y hace girar, girando, sobre un pie a la distancia.
Así se hace el paisaje: de mirar el origen.
Cielo arriba los ojos. Y debajo, la sangre.
Tengo, si es por tener, los sagrados oficios:
tengo de hacer pan, de amasarlo temprano,
de taparlo a la hora que el sol trepa a los pájaros
y dejarlo que crezca como un fruto en octubre
lentamente, a la sombra patriarcal de los árboles.
Tengo, si es por tener, leña del quebracho
que me caldea el horno desde lo rojo al blanco.
Tengo, que cuando vienen los míos de la lluvia,
tengo pan, y me suena a trigo las enaguas.
Tengo que si lo pongo como un sol en la mesa
mis hijos parpadean, ríen encandilados
hasta que traigo humeando una ollada de locro
y mi hombre parte el pan sobre su pecho grande
y ahí, entre sus voces laboriosas y lerdas,
miro caer la luna en lentas rebanadas.
Entonces sí me acuerdo. Al paso del recuerdo
me acuerdo de a pedazos, me acuerdo y no me acuerdo.
Voy llenando los platos ausente del sonido,
como mirando atrás, como atrás del pañuelo
y mientras vuelco el frito de pimentón rojo
siento que, de repente, se derrumba el olvido:
una se pasa el año soñando con la albahaca.
Pasa que nunca pasa el año mujeriego.
Una guarda en la oreja algunas picardías,
picaduras de abejas y cuentos de velorio,
siembra albahaca a la orilla de la acequia sonora
hasta que el carnaval suelta todos los toros
y más luego, el Pukllay fusila la tristeza
y una no sabe nunca quién le ardió la pollera,
la cosa es que una tiene de azufre los sentidos
y ahí nomás, de espaldotas, cae a la primavera.
Es diablo el carnaval, sabe todas las mañas,
pellizca en los Fortines inocente de harina,
le chaya al pobrerío tanta alegría simple
que el miércoles nomás todo queda ceniza.
Después vienen los lloros, vuelve lo cotidiano
y, si hay suerte, una tiene quien le ronde las casas.
Más rápido que pronto hay que parar el rancho
mientras vuelve el otoño cansado de vidalas.
Todo para juntar los míos en la mesa
y contar lo que tengo con los dedos del alma.
Largas fueron las lunas y los hijos crecieron
y la muerte no pudo darnos vuelta la taba.
Esta es la hora linda. Todo vuelve a su sitio.
Transparente, el recuerdo, se quiebra en las cucharas.
Todo se me figura como rezar a solas
y es como si comiéramos dentro de una campana.
Suenan lejos las cosas: desde allá del sonido.
Demoradas, eternas, son la cueva del sueño.
Atrás, la noche espera parada en los nogales
y un aroma de albahaca pasa arriba, en el viento.



plantita de albahaca que tuve hace un tiempo





23 de septiembre de 2013

primavera





Todo ha florecido en 
estos campos, manzanos, 
azules titubeantes, malezas amarillas, 
y entre la hierba verde viven las amapolas. 
El cielo inextinguible, el aire nuevo 
de cada día, el tácito fulgor, 
regalo de una extensa primavera. 


Estos son los siete primeros versos de un poema de Pablo Neruda, titulado "Con Quevedo, en primavera".
Sólo copié el principio, porque el resto, es muy triste.  Y no es que no me conmueva la tristeza que pueda sentir mucha gente en este mundo, de hecho, a mi me embarga una profunda tristeza, y a la vez, un profundo deseo de sentirme viva, y de sentir vida, y todo aquel que lea esto, quisiera que se sienta acompañado desde lo más profundo de mi corazón, pero que sienta y entienda, lo que dije en el anterior post, todo es cíclico, las cosas van pasando, lo malo y lo bueno también, por eso es tan importante, disfrutar el hoy cuando ese hoy se nos presenta con bienaventuranza, y ser fuertes y saber que muy posiblemente,  pronto pasará, si ese hoy se nos presenta con tristezas o problemas, aunque siempre haya cosas que queden guardadas  para siempre en nuestra alma.

Ayer comenzó la primavera, si , si, ayer domingo 22 de septiembre por la tarde, comenzó el equinoccio de primavera, y también, luego de la lluvia del "poético" 21 de septiembre, ayer descubrí en mi patio, nuevas florcitas, que dieron la bienvenida a esta bella estación del año.
Estas florcitas rosadas, son de una plantita muy perfumada que me dio un gajito mi tía María :)

Y esta otra, es de una semillita pequeñitititita, más pequeñita que la cabeza de un alfiler, de otra plantita maravillosa, que también me dio ella, esta planta sencilla, crece en cualquier lado y posición en que "llegue volando su semilla", crece en forma vertical en muros viejos, donde haya alguna grieta donde se pueda refugiar y hacer nido





Algunos de ustedes, ya conocen esta plantita, ya se las mostré en alguna oportunidad, pero en realidad, esta foto, es de un hijito de esa planta, ya que tomé algunas de esas semillas y las puse con mucha esperanza en esta macetita que andaba dando vueltas por el patio, estaba rota y con un poquito de tierra vieja, asi que ahi las sembré, las fui regando hace unos meses atrás, y fui viendo como al poco tiempo iban apareciendo unas diminutas hojitas verdes, y ahi mi alma se llenó de alegría, y ni se imaginen lo que sentí cuando ayer, vi que la plantita había florecido :)





esos milagros de la primavera




que todos sus deseos puedan nacer-florecer  pronto, ese es mi más sincero deseo para ustedes :)


*






19 de septiembre de 2013

C de ... ciclos


Hace un año, aproximadamente, descubrí unos dibujos que me fascinaron, los llamados "zentangles", a partir de ahi comencé a buscar nuevas formas y "garabatos" en muchas páginas en internet, y me largué a hacerlos. Así fui descubriendo muchas maneras de poder dibujar, comencé con un estilo, y terminé con otro muy diferente.
Eso me hizo pensar, en que está muy buena esa flexibilidad para ir cambiando, en la vida en general, ya que mantenerse en ciertas posturas, muchas veces, puede conducirnos a una rigidez y monotonía en cualquier aspecto, por eso hace poco leí a una nueva amiga de blogger, diciendo: "La monotonía de los días no es tal. Si le miramos en detalle seguro nos sorprenderá."
y yo comparto totalmente ese pensamiento, ya que aunque muchas veces la vida nos ponga pruebas difíciles de llevar que nos ponen tristes y sin muchas ganas de avanzar, sólo tenemos que pensar en lo cíclico de todas las cosas, en que todo pasa,  respirar hondo, pensar en quienes nos quieren, y hacer, moverse, de a poco, sin abrumarnos, pero nunca dejar de ver lo lindo que la vida, tiene para enseñarnos y descubrir, siempre.

Cuando empecé a dibujar, me di cuenta que si me concentraba en los trazos, no pensaba en nada, era y es, como una meditación, y eso, sabemos, nos ayuda a sobrellevar las cargas, comprenderlas, y dejarlas ir.
Esta es la letra C de mi nombre, está a mitad de camino en mi "evolución" en este tipo de dibujos, más adelante, les voy a mostrar más.






7 de septiembre de 2013

ocas salvajes


Hace muchos años, descubrí un poema , el cual guardaba en su simpleza, una inmensa sabiduría.
Hoy, me reencontré con una amiga, y ella me dijo que le gustaba este blog, que le hacía recordar a una poeta norteamericana llamada Mary Oliver, y de ella es el poema del cual les hablaba.
Por los reencuentros, con los amigos, y con uno mismo...




No tienes que ser bueno.
No tienes que caminar de rodillas
por unas cien millas a través del desierto, arrepintiéndote.
Sólo tienes que dejar al suave animal de tu cuerpo
amar lo que ama.
Cuéntame sobre la desesperanza, la tuya, y te contaré la mía.
Mientras tanto el mundo continúa.
Mientras tanto el sol y las claras piedras de la lluvia
se mueven a través de los paisajes,
sobre las praderas y los árboles profundos,
las montañas y los ríos.
Mientras tanto las ocas salvajes, elevadas en el limpio aire azul,
se dirigen de nuevo a casa.
Quienquiera que seas, no importa cuán solo estés,
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como las ocas salvajes, emocionante y ávido,
una y otra vez, anunciando tu lugar
en la familia de las cosas.

Mary Oliver