Estos últimos tiempos me di cuenta que es verdad que cada pequeño detalle que vivimos, cada pequeña cosa que sucede, tiene su importancia, desde ese mismo instante que lo vivimos o quizá sucede un tiempo después, momento en que nos damos cuenta que había sucedido por y para algo.
Así recordé ese relato breve sobre unas aves que se encuentran en la rama de un árbol, un día que nevaba.
y siguiendo con los pájaros...
Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve?, preguntó un gorrión a una paloma.
Nada de nada, le contestó.
Entonces debo contarte algo maravilloso, dijo el gorrión… Estaba yo posado en la rama de un abeto, cerca de su tronco. Cuando empezó a nevar. No era una fuerte nevada ni una ventisca furibunda. Nada de eso. Nevaba como si fuera un sueño... sin nada de violencia. Y como no tenía nada mejor que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando sobre los tallitos de la rama en la que yo estaba. Los copitos fueron exactamente 3.741.952. Al caer sobre la rama el siguiente copo de nieve , que tú dices pesa "nada de nada", la rama se quebró.
Dicho esto, el gorrión se alejó volando...
Joseph Jarowski
Es cierto como que la última gota es la que colma el vaso. Es igual que un trabajador o un obrero, solo vale muy poco pero si se unen a millares, cobran una fuerza impresionante y llegan a infundir miedo. Muy acertada e interesante la entrada que nos has ofrecido y que da para pensar mucho en que todo se puede medir de algún modo diferente y que cuando se encuentra ese modo, las cosas cambian como de la noche al día.
ResponderEliminarPara mí es importante que sigas haciendo tus dibujos. Un abrazo, querida amiga.
asi es, la última gota es la que nos despierta, muchas veces :)
Eliminarseguiré con mis dibujos, pero trataré de aprender con mis libros! la práctica hace al maestro? jajajaj
un abrazo enorme, mamiabu, y gracias por estar siempre
Muy interesante relato, Claudia! Lamentablemente a veces nos lleva muchos más de 3.741.952 copos (o gotas) para reaccionar ante ciertas situaciones. En fin...
ResponderEliminarMuy bueno el dibujo. Con ese grafismo de puntos me parece ver cómo tiembla de frío el ave, o que se mece la rama.
Un abrazo.
hola Marcelo!
Eliminartenés razón en lo que decís, pero asi es la vida, estamos para aprender, y repetir la lección hasta saberla bien, asi parece
un abrazo!
Qué más podría agregar yo a este relato tan exacto y a esta imagen tan bella?
ResponderEliminarQue me encanta pasar por aquí, que me siento en paz.
Abrazo querida Claudia.
Yekita, te agradezco tus palabras, y creeme que me hacen muy feliz:)
Eliminarun abrazo enorme!!